Modalidades de trabajo para la acción transformadora y el codiseño

¿Qué son las modalidades de trabajo para la acción transformadora y el codiseño?

Las “modalidades de trabajo para la acción transformadora y el codiseño” pueden sonar como conceptos nuevos, pero en realidad, representan una evolución de prácticas pedagógicas con las que muchas docentes ya estamos familiarizadas. No se trata de reinventar la educación desde cero, sino de repensarla para responder mejor a los retos actuales y a los principios de la Nueva Escuela Mexicana (NEM).

Estas modalidades apuntan a una forma de trabajar que no solo enseña contenidos, sino que impulsa a los niños a pensar críticamente, colaborar, crear y transformar su realidad. Y lo más interesante: involucran a los propios docentes en el diseño del aprendizaje, promoviendo el codiseño como herramienta activa en la construcción del proceso educativo.

Hablamos de formas de organizar el trabajo en el aula que permiten estructurar las experiencias de aprendizaje con base en los intereses, necesidades y contexto de los alumnos. Esto incluye desde el uso de talleres, rincones, proyectos hasta formas nuevas (o con enfoques renovados) como las secuencias didácticas articuladas con propósitos más profundos.


La NEM y su impacto en la educación preescolar: ¿una revolución o una evolución?

La llegada de la Nueva Escuela Mexicana trajo consigo no solo cambios curriculares, sino una transformación en la forma de entender la educación. El enfoque de la NEM propone dejar atrás la enseñanza vertical, centrada en contenidos estandarizados, para dar paso a una educación situada, crítica y colaborativa.

En el ciclo escolar 2023-2024, muchas educadoras comenzamos a trabajar bajo metodologías sociocríticas que, aunque bien intencionadas, resultaban complejas para aplicarse en el nivel preescolar. La idea de formar pensamiento crítico desde edad temprana es poderosa, pero el cómo implementarlo era poco claro.

En palabras de mi experiencia, “se planteaba hacerlo mediante metodologías sociocríticas, las cuáles estaban algo elevadas para el nivel, además de que para las educadoras no era funcional”. Ahí es donde el nuevo enfoque entra como una evolución necesaria, que aterriza lo sociocrítico en prácticas concretas y entendibles para el día a día del aula.

No es solo cambiar lo que enseñamos, sino cambiar cómo lo enseñamos y para qué lo enseñamos. Y eso requiere herramientas claras, ejemplos prácticos y marcos organizativos bien definidos. Justo lo que estas modalidades nos están comenzando a brindar.


De lo tradicional a lo transformador: cómo han cambiado los recursos docentes

Quienes llevamos tiempo en el nivel preescolar sabemos que cada reforma educativa trae consigo nuevas guías, nuevos libros, nuevos términos. Durante años, el “Libro de la educadora” fue el recurso base. Claro, cambió con el tiempo, pero mantenía cierta estructura conocida.

Ahora, con la llegada de la NEM y la apuesta por modalidades de trabajo transformadoras, nos encontramos con una guía que, desde el nombre, apunta a un propósito más profundo: no solo apoyar, sino provocar reflexión y acción pedagógica.

“Se ha pasado del clásico ‘libro de la educadora’ a ‘modalidades de trabajo para la…’, en donde también se presentan guías para ayudar a las docentes a realizar las planeaciones con las nuevas modalidades de trabajo que se plantean con la NEM”, como menciono desde mi experiencia.

Esto marca una diferencia clave: no se trata solo de seguir indicaciones, sino de entender el porqué detrás de cada modalidad, de asumir un rol más activo y consciente como diseñadoras de experiencias de aprendizaje. Este cambio en el enfoque del material formativo es, en sí mismo, una acción transformadora.


Modalidades de trabajo en la práctica: ¿realmente son nuevas?

Una de las primeras cosas que notamos al explorar el nuevo libro es que muchas de las llamadas “modalidades nuevas” en realidad tienen raíces en prácticas ya conocidas, como los rincones, talleres, centros de interés, unidades didácticas o el trabajo por proyectos.

Desde mi vivencia: “En cuestión de términos no son distintos a otros momentos de la historia educativa en México”. Pero eso no significa que no haya innovación. La diferencia está en la intención pedagógica, en el enfoque con el que se aplican, y en el tipo de pensamiento que promueven en los niños.

Hoy, estas modalidades no son solo formas de organizar el aula: son caminos para desarrollar el pensamiento crítico, promover el trabajo colaborativo y conectar con la comunidad y el entorno. Además, cada una viene acompañada de estructuras claras y propuestas concretas, lo cual hace que su implementación sea mucho más accesible.


¿Qué aporta el nuevo libro a la labor docente en preescolar?

Este nuevo libro, enfocado en las modalidades de trabajo para la acción transformadora y el codiseño, llega como una herramienta poderosa, justo cuando más se necesita claridad y dirección. No solo nos brinda información teórica, sino estructuras organizativas, ejemplos, esquemas y modelos que podemos usar directamente para planear.

“Brinda una estructura didáctica de cada modalidad para guiar las planeaciones, acciones y organización dentro de las aulas, lo cuál favorece mucho el trabajo de las maestras”. Es decir, no nos deja solas ante los cambios. Nos acompaña, nos orienta y, sobre todo, nos valida como profesionales capaces de interpretar y adaptar.

Otro punto clave es que ayuda a disipar dudas: “Este nuevo material esclarece el uso de modalidades… por lo que este libro será la nueva ‘biblia’ de las educadoras para realizar planeaciones acordes a la NEM”. Y no es exageración. Cuando una guía logra facilitar el trabajo docente sin simplificarlo en exceso, se convierte en un recurso indispensable.


Aplicación real en el aula: estructura didáctica y claridad para planear

Una de las mayores ventajas de este nuevo enfoque es la claridad en la estructura. Cada modalidad viene acompañada de sugerencias de planificación, fases de implementación, ejemplos reales y recomendaciones didácticas. Esto permite que podamos adaptar y ejecutar las ideas sin perdernos en la teoría.

Desde mi experiencia, esto ha sido un cambio sustancial. Ya no es una colección de conceptos difíciles de aplicar, sino una guía con pies y cabeza. Los ejemplos incluidos permiten que veamos el potencial de cada modalidad en la práctica, y nos brindan confianza para crear nuestras propias propuestas.

Además, este enfoque favorece la autonomía docente. Nos da un marco, sí, pero también nos invita a crear, a pensar, a experimentar. Y eso es esencial para que nuestras planeaciones no sean solo documentos administrativos, sino herramientas vivas para transformar la educación en nuestras aulas.


La función del codiseño en el trabajo pedagógico actual

Una de las mayores apuestas de la NEM es el codiseño: el diseño conjunto del proceso educativo. No solo entre maestras, sino también con los alumnos, la comunidad escolar y el entorno social. Este enfoque rompe con la idea de que la planeación viene de arriba, predefinida, y nos coloca como agentes de cambio dentro del sistema.

Aplicar codiseño implica escuchar a nuestros alumnos, considerar sus intereses, problemáticas y contextos reales. También significa colaborar entre docentes, compartir experiencias, adaptar recursos. Todo esto genera una red de aprendizaje más rica, más real y más transformadora.

En este sentido, el libro de modalidades no solo apoya la planeación, sino que nos prepara para ejercer el codiseño de manera concreta, integrando propuestas que fomentan esta co-creación de saberes y experiencias dentro del aula.


Cómo estas modalidades fomentan el pensamiento crítico desde edad temprana

Una preocupación común en preescolar es: ¿cómo enseñamos pensamiento crítico a niños tan pequeños? La respuesta está en crear experiencias que los hagan cuestionarse, relacionarse, proponer y resolver problemas, incluso si son sencillos.

Las modalidades propuestas permiten estructurar situaciones en las que los niños exploran, experimentan y argumentan, ya sea a través de proyectos, juegos simbólicos, actividades de indagación o retos colaborativos. En lugar de repetir contenidos, formulan preguntas, comparan ideas y toman decisiones, con acompañamiento docente.

Desde mi punto de vista, estas herramientas abren la puerta a que el pensamiento crítico no sea una meta abstracta, sino una práctica diaria dentro del aula. Y eso es, sin duda, una transformación educativa en sí misma.


Ventajas y retos que enfrentan las educadoras con estas nuevas herramientas

Como en todo cambio educativo, hay beneficios y también hay desafíos. Por un lado, estas modalidades:

  • Promueven una enseñanza más significativa.
  • Apoyan la planificación con ejemplos concretos.
  • Fomentan el pensamiento crítico y la colaboración.
  • Dan claridad en medio de una reforma ambiciosa.

Pero también enfrentamos:

  • La necesidad de capacitarse y entender el nuevo enfoque.
  • El riesgo de implementar sin comprender el fondo pedagógico.
  • Las tensiones entre lo administrativo y lo pedagógico.
  • La resistencia al cambio en algunos contextos escolares.

Sin embargo, tener un material como este libro marca la diferencia. Porque “además brinda una estructura didáctica… y como cereza del pastel tenemos propuestas o ejemplos de cada modalidad”. Es decir, no estamos solas. Tenemos herramientas, y tenemos la experiencia necesaria para adaptarlas y hacerlas nuestras.